Allen Mendler
La profesora Nelson está enseñando una lección cuando se da cuenta
que Mason tiene su cabeza apoyada en el escritorio y está haciendo ruidos que
distraen al resto de la clase. Ella
se acerca hasta él sin dejar de enseñar, y en voz baja le recuerda sentarse
correctamente y dejar de hacer ruido. A
medida que se aleja y continúa la clase, Mason murmura un epíteto inadecuado
que expresa negación y contiene lenguaje ofensivo. Otros estudiantes que se sientan
cerca, alejan su atención de la lección,
y de forma colectiva muestran una mirada acompañada de unos cuantos
"oohs", que sin lugar a dudas reta al maestro con la pregunta:
"¿Qué vas a hacer al respecto?" La
profesora Nelson deja la lección, se queda mirando a Mason y en tono de regaño
le pregunta: "¿Qué has dicho?" En ese instante, la lucha por el poder
ya está en marcha.
Preguntas
al margen de la traducción:
¿Qué
tan conocido le parece este episodio?
¿Ha
vivido en su clase, una experiencia parecida?
¿De qué
manera ha reaccionado usted? ¿De qué manera han reaccionado sus alumnos?
¿Cuál es
el resultado de esta lucha de poder?
Muchas luchas de poder en el aula se inician por consecuencias que
los alumnos no quieren aceptar, o por considerar el regaño injusto, o porque la
situación avergüenza al estudiante ante sus compañeros o simplemente por la
intolerancia del alumno a que se le diga qué hacer. La lucha de poder típico se produce
cuando el profesor hace una petición y un estudiante se niega a cumplirla. Como el profesor no quiere parecer
débil e ineficaz, responde a la falta de conformidad en un tono más firme en el
cumplimiento de sus exigencias. Mientras
tanto, como el estudiante no quiere quedar mal delante de los otros
niños, murmura a espaldas del docente algo desagradable. La lucha por la última palabra ha
comenzado. ¿Quién va a ganar? Dado
que ninguna de las partes quiere dar marcha atrás, las cosas llegan al punto
donde se termina por enviar a estudiante a la coordinación. Lamentablemente, el
ganador será quien quede mejor ante los ojos de los espectadores, sin embargo
para estos casos existen mejores alternativas de solución.
Tener la última palabra, o lograr un cambio eficaz.
Cuando mi hija era una
adolescente, su última palabra en una discusión a menudo era responderme de
manera presuntuosa "lo que sea". Aunque
me molestaba su insolencia, me di cuenta de que casi siempre ella decía su “lo
que sea” seguido de una actitud de conformidad a regañadientes. La realidad es que yo había ganado. Ella
estaba haciendo lo que le pedí, aunque no feliz. El reto para mí entonces era mantener
la concentración sobre el resultado obtenido, sin ser atrapada por mi ira ante
su actitud. La misma dinámica se puede
mantener cuando se trabaja con alumnos difíciles.
Los docentes deben desarrollar la sabiduría de aceptar que aunque
los estudiantes expresen una última palabra casi siempre pegada a la última
frase expresada por el profesor, lo importante no es engancharse en tener esa la última palabra, sino lograr el cambio
de conducta eficaz. Cuando los estudiantes interrumpen, el docente debe
procurar concentrarse en detener el comportamiento rápidamente con el objeto de
continuar con su clase, manteniendo al alumno infractor presente, si esto es
posible. Hágales difícil a los
estudiantes el hacerse echar fuera de la clase. Maneje el conflicto con calma, después de clase cuando usted tenga más
tiempo. Lo más importante es
hacer saber a sus alumnos que usted no va a parar la clase para hacer frente a
un incidente de mala conducta. Idealmente,
esto se informa al principio del año escolar o semestre cuando se comunican los procedimientos y expectativas. Es recomendable expresar sus
expectativas en frases cortas y claras, así como hacer saber aquellas conductas
que usted no estará dispuesto a aceptar durante sus clases. Quizás sea
interesante leer los siguientes ejemplos.
Expectativas claras.
·
Algunos de ustedes durante este año puede decir frases groseras,
desagradables o inapropiadas. Sólo quiero que todos ustedes sepan que a partir
de hoy, no siempre se detendrá la lección para tratar esa interrupción. Eso no
significa que yo no lo escuché, y no quiere decir que no voy a hacer nada al
respecto. Sólo significa que creo que la enseñanza es más importante en ese
momento. ¿Entienden todos lo que quiero decir?
Comentario
al margen de la traducción: Fomente
una discusión al respecto. Motive a los alumnos a expresar ejemplos y realice
una representación para que todos en la clase vean como se manejarán este tipo
de situaciones.
·
Habrá veces durante este año en las que me acercaré a sus pupitres
con un mensaje que es para sus oídos solamente. Sólo quiero que todos ustedes sepan que no voy
a estar compartiendo este mensaje con el resto de la clase. El mensaje
individual será entre el estudiante y yo, nadie más!
Comentario
al margen de la traducción: Esta puede resultar una forma eficaz de llamar la
atención sin abrir el conflicto ante toda la clase. Los alumnos deben saber que
esta es una buena manera de llamar su atención a tiempo y que es una
oportunidad de recapacitar en cuanto a su comportamiento, antes de que se
puedan llegar a consecuencias no deseadas.
·
A menudo habrá consecuencias dadas por su comportamiento equívoco durante
el año. Sin embargo, las consecuencias serán dadas la mayoría de las veces en
privado. No discutiré las consecuencias dadas a una persona con cualquier otra persona
en esta clase, a menos que la situación lo amerite. Como resultado, a pesar de
que pueda parecer que durante la clase estoy haciendo caso omiso de un
comportamiento inapropiado, las consecuencias siempre serán administradas más
tarde, por dos razones: la primera es que no voy a renunciar a nuestro tiempo
de aprendizaje, y la segunda es que no estoy interesada en avergonzar a una persona
en frente de todos los demás.
Después de la clase es el momento de dar una consecuencia o
explorar más a fondo el comportamiento, mientras se fomenta la búsqueda de
soluciones con el estudiante. Por
ejemplo, Mason creo que debemos conversar acerca de tu comportamiento durante
mi clase. Al hacer ruidos molestos y al acostar tu cabeza en el pupitre me
estás diciendo que no estoy haciendo bien mi trabajo como profesor para lograr
que te intereses en la clase. Voy a trabajar más duro y me podrías ayudar
diciéndome que te haría estar más interesado en la clase. Ahora que sabes lo
que estoy dispuesto a hacer, me gustaría que me dijeras lo que tú estás
dispuesto a hacer, ya que no puedo permitir que interrumpas la clase. Eso me
hace quedar mal y molesta la atención del resto de tus compañeros. Y lo que es
peor, hace parecer que tu eres indisciplinado, y yo sé que tu eres mucho mejor
que eso.
¿Cómo se resuelven los conflictos con sus alumnos? Por favor comparta en la sección de
comentarios a continuación.